Agotada (Amor *O*)

El día había sido completamente agotador, tanto cuidar a los gemelos y los estudios dejarón a la pobre Kitty completamente exausta, luego de una larga siesta se repuso y se tiro en la gran cama que compartía con su novio a esperar su llegada, movía sus manos inquieta por el gran aburrimiento, finalmente decidió apagar la televisión y simplemente estar boca arriba en la cama viendo el techo como si fuera lo más interesante.

Pasó un rato y se fue a dar una ducha, salió en la toalla y volvió a ponerse boca arriba con los ojos cerrados está vez, miro el reloj de la pared de la habitación de hotel y suspiro, era algo tarde ¿Donde se habría metido su novio? pero no podía pensar nada malo de el, simplemente era imposible pensar algo malo de su amor.

Vi mi reloj, mi turno había terminado en el trabajo, pero antes de irme teníamos que hacer las cuentas, al terminar apareció que faltaba dinero, yo solo quería irme de ese lugar pero no dejarían a nadie salir hasta aclarar el problema. El gerente estuvo interrogando a todos hasta que entre un compañero y yo hicimos las cuentas de nuevo, resultó que la primera cuenta estaba mal echa y todo había sido una confusión.

Después de haber perdido todo ese tiempo me dispuse a ir a casa. Bastante agotado abrí la puerta. -Cariño, estoy en casa.- Dije desganado esa frase tan cliché y cerré la puerta tras de mi.

La chica dio un respingo al oir entrar a su novio y rio. Salto de la cama acomodando su toalla y fue directo a sus brazos, se lanzo donde el y lo beso repetidas vecez, la chica solía ser un tanto efusiva, pero solo con las personas que en verdad queria, por último le dio un beso en los labios, más corto que los anteriores y le sonrió abiertamente.

-¿Cenamos?- le pregunto, había preparado la cena hacía poco y aún estaba caliente, sirvió la pizza en la mesa y se sentó a su lado poniendo su cabeza en su hombro e inhalando su aroma, vio que solo estaba con la toalla, por lo que despúes de cenar debería cambiarse -Te extrañe- dijo mientras comía un poco de pizza y bebía coca cola.

Al ver a Kitty y la forma en que me recibió hizo que lo que había pasado en el trabajo dejara de molestarme y sonreí. -Seguro, muero de hambre.- Caminamos hasta el comedor, yo abrazándola. Sirvió la cena. -Genial ¡pizza!- Dije feliz, y le di una mordida. -También te extrañé.- Dije con dulzura y besé su cabello.

La chica sonrió más y terminaron de cenar, se levanto para dejar los platos en el fregadero, pero antes se fue a cambiar de ropa, se puso unos shorts comodos hasta la mitad del trasero y una polera blanca, camino hasta la cocina y empezo a fregar mientras cantaba bajito, se disponía a secar cuando sintío unos brazos que aferraban su cintura y la envolvian en un abrazo. La chica se dió vuelta para besar su boca y luego seguir en la labor mientras los brazos seguían envolviéndola. -¿Que tal tu día?- dijo mientras terminaba de secar, vio por la ventana, se había echo un tanto tarde, por lo que se fue a acostar tomando a su novio de la mano.

-No laves todo, déjame ayudarte...- Aún detrás de ella comencé a lavar el último plato que quedaba. Cuando la labor de lavar platos terminó nos fuimos a acostar tomados de la mano. -Bien, hubo un problema con el gerente al final del día...por eso llegué tarde, pero bueno, nada grave. ¿Que tal el tuyo?.- Pregunté mientras me quedaba en ropa interior para acostarme.

La chica se encojió de hombros, el día había sido agotador, si, pero nada fuera de lo común, se quito los shorts y quedo en una camisa de su novio, -Nada fuera de lo común, examenes, los gemelos, la casa, eso- dijo acostandose al lado de su chico y encendiendo la T.V, ya que no le agradaban los noticieros puso los simpsons, era una niá en ese aspecto y en muchos otros, de pronto un ruido de llanto la sobresalto, como buena madre salió a la carrera a ver a sus hijitos, sercirandose de que todo estuviese bien, volvió a su habitación con su novio y se volvió a acostar a su lado, estaba fría como piedra, por lo que se aferro a su chico.

Apenas Kitty salió corriendo a ver a los gemelos, me quede esperándola. -¿Todo bien?- Pregunté un poco preocupado. Se acostó a mi lado, yo la abracé mientras miraba la televisión sin mucho interés, comencé a acariciar su espalda suavemente sin dejar de ver el televisor.

La chica se abrazo a su novio y puso la cabeza en su pecho, asintió a su pregunta -si, siempre lloran para molestarme- bromeo, empezo a hacer pequeños circulitos en su pecho, no estaba prestando nada de atención a la T.V y pronto se aburrio de está, como era su costumbre se puso sobre su chico y empezo a besarlo.